La (in)cultura preventiva
Desde hace años es muy frecuente hablar de “cultura preventiva” o de “cultura de la prevención” en el ámbito empresarial, con el objetivo de reforzar la prevención y la seguridad dentro de la propia cultura organizacional. El concepto de “cultura preventiva” o sus similitudes se comienza a difundir tras el desastre nuclear de Chernóbil en 1986. Durante el análisis del accidente la Agencia Internacional de Energía Atómica identificó una “pobre cultura de la seguridad” como factor contribuyente al desastre. Suele sostenerse que la “cultura” es el verdadero motor de cualquier organización. Aglutina a sus integrantes entorno a unos profundos patrones que constituyen un “producto” colectivo en constante evolución, reforzado por la suma de las individualidades que lo construyen. El éxito de estas estructuras radica en los valores compartidos, las normas y los significados manifestados detrás de unos símbolos, mitos, rituales… y lo más importante, el sentido de identida...