¡Hazte con todos!
Está
de moda. Pokémon Go es la aplicación del momento y su incursión en el mercado y
entre los usuarios nos ha dejado ya centenar de anécdotas que demuestran una
vez más, que la realidad supera la ficción.
Nintendo
ha lanzado esta app 20 años después del
primer videojuego de la saga, consiguiendo en tan sólo unos días números récord
de usuarios, descargas… y beneficios.
¿Qué
se esconde detrás de éste videojuego?
La
cualidad más evidente es su carácter dinámico, obligando al jugador a “salir a
la calle”. Esta medida es revolucionaria y rompe con la tendencia sedentaria de
los últimos años de sentarse, estirarse y aislarse delante de la pantalla.
El
aspecto que ha despertado mayor controversia lo encontramos en la propia tecnología
y políticas desarrolladas bajo la autoría de Nintendo y Niantic. Ésta última es
una compañía estadounidense de desarrollo de software fundada en 2010 por John Hanke, el que fuera también CEO
de Keyhole (2001). Keyhole, que recibe
su nombre en homenaje a los satélites de reconocimiento militar de hace más de
30 años, fue empresa pionera en el desarrollo especializado de aplicaciones de
visualización de datos geoespaciales y curiosamente tras las compañías Sony y
Nvidia, recibió fondos de la CIA a través de la empresa In-Q-Tel y de algún otro
inversor.
Google
Earth, Google Maps o Google Mobile son algunos de los productos del gigante
estadounidense que se han basado en la tecnología de Keyhole. ¿A dónde queremos
llegar?

Está
claro que, para el uso de la aplicación, ésta deba tener acceso a la ubicación
y la cámara, para situarte en el mapa y para utilizar las funciones de realidad
aumentada, respectivamente. A la ubicación y trayectoria, sumémosle las imágenes
de las capturas de Pokémon con información del giroscopio integrado para
averiguar las orientaciones X, Y y Z. ¿Os recuerda a Google Street View?
Sólo
con dicha información se puede saber dónde están los millones de usuarios en
cualquier momento, sino también con quién, cómo, qué ocurre a su alrededor y de
dónde venían y a dónde irán después.
Las
agencias de inteligencia como la CIA probablemente vean en el universo Pokémon
Go una estructura, una compleja red capaz de conseguir más datos tanto en la calle,
como dentro. Si quieren unas imágenes del interior de un edificio simplemente
deben colocar allí un Pokémon y esperar al primero que lo capture. Hará de
forma distraída el “trabajo sucio” y lo más espeluznante es que… ¡es
completamente legal!
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