Thor y el martillo de nuestro destino

Thor es un personaje de Marvel creado por  Stan Lee y el dibujante Jack Kirby, que hizo su primera aparición en una historieta de 1962, inspirados en el dios del mismo nombre de la mitología nórdica. 
Éste es dueño legítimo del martillo en el que radica la mayor parte de su poder.

Como tantos otros personajes similares, la historia principal de este súper héroe es la protección de nuestro planeta y sus habitantes, convirtiéndose así en un personaje protector por excelencia e incluso podríamos decir que uno de los "prevencionistas" más extravagantes que conocemos. 

En la mitología nórdica y germana, el papel de Thor es complejo, pues es capaz de influir en áreas tan diferentes como el clima, las cosechas, la protección, la justicia, los viajes y las batallas, es decir... a él se le atribuían los éxitos o desgracias presentes en la gran mayoría de actividades socio laborales de la época.


En la actualidad y habiendo avanzado significativamente en el mundo laboral, somos los y las profesionales de la prevención los que, a pesar de no tener el mismo martillo, sí debemos instaurar políticas y actuaciones encaminadas a la protección de las personas. Eso sí, ¿quién quiere un martillo como el de Thor? 
No lo necesitamos si ingeniamos formas de acercarnos a las personas, de formar parte necesaria e importante de su desempeño y nos hacemos un hueco en la estructura de la organización. Hoy en día un@ no debería necesitar del martillo para encontrar colaboración, para facilitar la participación y en definitiva, integrar un modelo preventivo dentro de las personas que deben llevarlo a cabo.

Una gran poder conlleva una gran responsabilidad, y el nuestro es el de hacer creer que con participación y colaboración podemos optar a conseguir unos niveles de protección de las personas adecuados, unas condiciones óptimas y un mayor y mejor desarrollo de nuestras actividades...

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